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¡Por la mañana!
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¡Por la noche cuando reina la calma!
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Tu Señor no te ha abonadonado ni aborrecido
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Sí, la otra vida será mejor para ti que ésta.
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Tu Señor te dará y quedarás satisfecho.
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¿No te encontró huérfano y te recogió?
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¿No te encontró extraviado y te dirigió?
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¿No te encontró pobre y te enriqueció?
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En cuanto al huérfano, ¡no le oprimas!
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Y en cuanto al mendigo, ¡no le rechaces!
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Y en cuanto a la gracia de tu Señor, ¡publícala!