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Profeta! Teme a Al y no obedezcas a los infieles y a los hipcritas! Al es omnisciente, sabio.
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Sigue lo que tu Seor te revela! Al est bien informado de lo que hacis.
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Confa en Al! Al basta como protector!
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Al no ha puesto dos corazones en el pecho de ningn hombre. Ni ha hecho que las esposas que repudiis por la frmula: Eres para m como la espalda de mi madre! sean vuestras madres. Ni ha hecho que vuestros hijos adoptivos sean vuestros propios hijos. Eso es lo que vuestras bocas dicen. Al, empero, dice la verdad y conduce por el Camino.
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Llamadles por su padre. Es ms equitativo ante Al. Y, si no sabis quin es su padre, que sean vuestros hermanos en religin y vuestros protegidos. No incurrs en culpa si en ello os equivocis, pero s si lo hacis deliberadamente. Al es indulgente, misericordioso.
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El Profeta est ms cerca de los creyentes que ellos lo estn de s mismos. Las esposas de aqul son las madres de stos. Los unidos por lazos de consanguinidad estn ms cerca unos de otros, segn la Escritura de Al, que los creyentes y los emigrados, a menos que hagis un favor a vuestros amigos. Eso est anotado en la Escritura.
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Y cuando concertamos un pacto con los profetas, contigo, con No, con Abraham, con Moiss y con Jess, hijo de Mara -pacto solemne,
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para pedir cuenta de su sinceridad a los sinceros. Y para los infieles ha preparado un castigo doloroso.
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Creyentes! Recordad la gracia que Al os dispens cuando vinieron las legiones contra vosotros y Nosotros enviamos contra ellas un viento y legiones invisibles a vuestros ojos. Al ve bien lo que hacis.
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Cuando os acosaban por todas partes, cuando el terror os desvi la mirada, se os hizo un nudo en la garganta y conjeturasteis sobre Al.
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En esa ocasin, los creyentes fueron puestos a prueba y sufrieron una violenta conmocin.
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Y cuando los hipcritas y los enfermos de corazn decan: Al y Su Enviado no han hecho sino engaarnos con sus. promesas!
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Y cuando un grupo de ellos dijo: Gente de Yatrib! No os quedis aqu! Regresad! Parte de ellos pidi autorizacin al Profeta, diciendo: Nuestras casas estn indefensas! En realidad, no es que sus casa estuvieran indefensas, lo que queran era huir.
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Si les hubieran entrado por sus arrabales y se les hubiera pedido que apostataran, habran aceptado casi sin demora.
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Pero haban concertado antes con Al una alianza: no volver la espalda. Y hay que responder de la alianza con Al...
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Di: No sacaris nada con huir si es que pretendis con ello no morir o que no os maten. De todas maneras, se os va a dejar gozar slo por poco tiempo.
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Di: Quin podr protegeros de Al, tanto si quiere haceros mal como si quiere haceros objeto de misericordia? No encontrarn, fuera de Al, amigo ni auxiliar.
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Al sabe quines son, entre vosotros, los que levantan obstculos y los que dicen a sus hermanos: Venid a nosotros!, pero sin mostrar gran ardor para combatir.
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Os regatean la ayuda. Cuando viene el miedo, les ves que te miran, girndoles los ojos, como mira aqul a quien ronda la muerte. Pero, cuando ha desaparecido el miedo, os hieren con sus afiladas lenguas, vidos de botn. Esos tales no son creyentes. Al har vanas sus obras. Es cosa fcil t para Al.
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Creen que los coalicionistas no se han ido. Pero, si los coalicionistas regresaran, querran retirarse al desierto entre los beduinos, preguntando qu ha sido de vosotros. Si se quedaran con vosotros, combatiran pero poco.
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En el Enviado de Al tenis, ciertamente, un bello modelo para quien cuenta con Al y con el ltimo Da y que recuerda mucho a Al.
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Y cuando los creyentes vieron a los coalicionistas, dijeron: Esto es lo que Al y su Enviado nos haban prometido. Dios y su Enviado decan la verdad! Esto no hizo sino aumentar su fe y su adhesin.
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Hubo creyentes que se mantuvieron fieles a la alianza concertada con Al. Algunos de ellos dieron ya su vida. Otros esperan an, sin mudar su actitud.
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Para que Al retribuya a los sinceros por su sinceridad y castigue a los hipcritas, si quiere, o se vuelva a ellos. Al es indulgente, misericordioso.
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Al despidi a los infieles llenos de ira, sin que consiguieran triunfar. Al evit el combate a los creyentes. Al es fuerte, poderoso.
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Hizo bajar de sus fortalezas a los de la gente de la Escritura que haban apoyado a aqullos. Sembr el terror en sus corazones. A unos matasteis, a otros les hicisteis cautivos.
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Os ha dado en herencia su tierra, sus casas, sus bienes y un territorio que nunca habais pisado. Al es omnipotente.
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Profeta! Di a tus esposas: Si deseis la vida de ac y su ornato, venid, que os proveer y os dejar en libertad decorosamente!
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Pero, si buscis a Al, a Su Enviado y la Morada Postrera, entonces, Al ha preparado una recompensa magnfica para aqullas de vosotras que hagan el bien.
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Mujeres del Profeta! A la que de vosotras sea culpable de deshonestidad manifiesta, se le doblar el castigo. Es cosa fcil para Al.
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Pero a la que de vosotras obedezca a Al y a Su Enviado y obre bien, le daremos doble remuneracin y le prepararemos generoso sustento.
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Mujeres del Profeta! Vosotras no sois como otras mujeres cualesquiera. Si temis a Al, no seis tan complacientes en vuestras palabras que llegue a anhelaros el enfermo de corazn. Hablad, ms bien, como se debe!
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Quedaos en vuestras casas! No os acicalis como se acicalaban las natiguas paganas! Haced la azal! Dad el azaque! Obedeced a Al y a Su Enviado! Al slo quiere libraros de la mancha, gente de la casa, y purificaros por completo.
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Recordad lo que de las aleyas de Al y de la Sabidura se recita en vuestras casas. Al es sutil, est bien informado.
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Al ha preparado perdn y magnfica recompensa para los musulmanes y las musulmanas, los creyentes y las creyentes, los devotos y las devotas, los sinceros y las sinceras, los pacientes y las pacientes, los humildes y las humildes, los que y las que dan limosna, los que y las que ayunan, los castos y las castas, los que y las que recuerdan mucho a Al.
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Cuando Al y Su Enviado han decidido un asunto, ni el creyente ni la creyente tienen ya opcin en ese asunto. Quien desobedece a Al y a su Enviado est evidentemente extraviado.
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Y cuando decas al que haba sido objeto de una gracia de Al y de una gracia tuya: Conserva a tu esposa y teme a Al!, y ocultabas en tu alma lo que Al iba a revelar, y tenas miedo de los hombres, siendo as que Al tiene ms derecho a que Le tengas miedo. Cuando Zayd haba terminado con ella, te la dimos por esposa para que no se pusiera reparo a los creyentes que se casan con las esposas de sus hijos adoptivos, cuando stos han terminado con ellas. La orden de Al se cumple!
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Que no tenga reparos el Profeta por algo que le ha sido impuesto por Al. conforme a la prctica de Al para los que vivieron antes -la orden de Al es un decreto decidido-,
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que transmitan los mensajes de Al y Le tenan miedo, no teniendo miedo de nadie ms que de Al. Basta Al para ajustar cuentas!
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Mahoma no es el padre de ninguno de vuestros varones, sino el Enviado de Al y el sello de los profetas. Al es omnisciente.
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Creyentes! Recordad mucho a Al!
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Glorificadle maana y tarde!
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l es Quien, con Sus ngeles, os a bendice para sacaros de las tinieblas a la luz. Es misericordioso con los creyentes.
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El da que Le encuentren, sern saludados con: Paz! Les habr preparado una recompensa generosa.
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Profeta! Te hemos enviado como testigo, como nuncio de buenas nuevas, como monitor,
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como voz que llama a Al con Su permiso, como antorcha luminosa.
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Anuncia a los creyentes que recibirn un gran favor de Al.
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No obedezcas a los infieles y a los hipcritas! Haz caso omiso de sus ofensas y confa en Al! Al basta como protector!
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Creyentes! Si os casis con mujeres creyentes y, luego, las repudiis antes de haberlas tocado, no tenis por qu exigirles un perodo de espera. Proveedlas de lo necesario y dejadlas en libertad decorosamente!
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Profeta! Hemos declarado lcitas para ti a tus esposas, a las que has dado dote, a las esclavas que Al te ha dado como botn de guerra, a las hijas de tu to y tas paternos y de tu to y tas maternos que han emigrado contigo y a toda mujer creyente, si se ofrece al Profeta y el Profeta quiere casarse con ella. Es un privilegio tuyo, no de los otros creyentes -ya sabemos lo que hemos impuesto a estos ltimos con respecto a sus esposas y esclavas, para que no tengas reparo. Al es indulgente, misericordioso.
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Puedes dejar para otra ocasin a la que de ellas quieras, o llamar a ti a la que quieras, o volver a llamar a una de las que habas separado. No haces mal. Esto contribuye a su alegra, a evitar que estn tristes y a que todas ellas estn contentas con lo que t les des. Al sabe lo que encierran vuestros corazones. Al es omnisciente, benigno.
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En adelante, no te ser lcito tomar otras mujeres, ni cambiar de esposas, aunque te guste su belleza, a excepcin de tus esclavas. Al todo lo observa.
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Creyentes! No entris en las habitaciones del Profeta a menos que se os autorice a ello para una comida. No entris hasta que sea hora. Cuando se os llame, entrad y, cuando hayis comido, retiraos sin poneros a hablar como si fueris de la familia. Esto molestara al Profeta y, por vosotros, le dara vergenza. Al, en cambio, no Se avergenza de la verdad. Cuando les pidis un objeto hacedlo desde detrs de una cortina. Es ms decoroso para vosotros y para ellas. No debis molestar al Enviado de Al, ni casaros jams con las que hayan sido sus esposas. Esto, para Al, sera grave.
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Si mostris algo o lo ocultis,... Al lo sabe todo.
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No pecan si se trata de sus padres, sus hijos, sus hermanos, los hijos de sus hermanos, los hijos de sus hermanas, sus mujeres o sus esclavas. Temed a Al! Al es testigo de todo.
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Al y sus ngeles bendicen al Profeta. Creyentes! Bendecidle vosotros tambin y saludadle como se debe!
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A los que molestan a Al y a Su Enviado, Al les ha maldecido en la vida de ac y en la otra y les ha preparado un castigo humillante.
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Los que molestan a los creyentes y a las creyentes, sin haberlo stos merecido, son culpables de infamia y de pecado manifiesto.
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Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con el manto. Es lo mejor para que se las distinga y no sean molestadas. Al es indulgente, misericordioso.
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Si los hipcritas, los enfermos de corazn y los agitadores de la ciudad no cesan, hemos de incitarte contra ellos y pronto dejarn tu vecindad.
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Malditos, sern capturados y muertos sin piedad donde quiera que se d con ellos,
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conforme a la practica de Al con los que vivieron antes. Y encontrars la prctica de Al irreemplazable.
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Los hombres te preguntan por la Hora. Di: Slo Al tiene conocimiento de ella. Quin sabe? Quiz la Hora est prxima...
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Al ha maldecido a los infieles y les ha preparado fuego de la gehena,
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en el que estarn eternamente, para siempre. No encontrarn amigo ni auxiliar.
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El da que, en el Fuego, se desencajen sus rostros de dolor, dirn: Ojal hubiramos obedecido a Al! Ojal hubiramos obedecido al Enviado!.
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Y dirn: Seor! Hemos obedecido a nuestros seores y a nuestros grandes y nos han extraviado del Camino!
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Dblales, Seor, el castigo y chales una gran maldicin!
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Creyentes! No seis como los que molestaron a Moiss! Al le declar inocente de lo que le haban acusado. Al le tena consideracin.
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Creyentes! Temed a Al y no digis despropsitos,
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para que haga prosperar vuestras obras y os perdone vuestros pecados! Quien obedezca a Al y a Su Enviado tendr un xito grandioso.
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Propusimos el depsito a los cielos, a la tierra y a las montaas, pero se negaron a hacerse cargo de l, tuvieron miedo. El hombre, en cambio, se hizo cargo. Es, ciertamente, muy impo, muy ignorante.
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Para que Al castigue a los hipcritas y a las hipcritas, a los asociadores y a las asociadoras, y para que Al se vuelva a los creyentes y a las creyentes. Al es indulgente, misericordioso.