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La revelacin de la Escritura, exenta de dudas, procede del Seor del universo.
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O dicen: l la ha inventado. No! es la Verdad venida de tu Seor, para que adviertas a un pueblo al que no ha venido monitor alguno antes de ti. Quizs, as, sean bien dirigidos.
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Al es Quien ha creado los cielos, la tierra y lo que entre ellos est en seis das. Luego, se ha instalado en el Trono. Fuera de , no tenis amigo ni intercesor. Es que no os dejaris amonestar?
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l dispone en el cielo todo lo de la tierra. Luego, todo ascender a l en un da equivalente en duracin a mil aos de los vuestros.
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Tal es el Conocedor de lo oculto y de lo patente, el Poderoso, el Misericordioso,
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Que ha hecho bien todo cuanto ha creado y ha comenzado la creacin del hombre de arcilla
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-luego, ha establecido su descendencia de una gota de lquido vil-;
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luego, le ha dado forma armoniosa e infundido en l de Su Espritu. Os ha dado el odo, la vista y el intelecto. Qu poco agradecidos sois!
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Dicen: Cuando nos hayamos perdido en la tierra, es verdad que se nos crear de nuevo? No, no creen en el encuentro de su Seor.
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Di: El ngel de la muerte, encargado de vosotros, os llamara y, luego, seris devueltos a vuestro Seor.
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Si pudieras ver a los pecadores, cabizbajos ante su Seor: Seor! Hemos visto y odo! Haznos volver para que hagamos obras buenas! Estamos convencidos!
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Si hubiramos querido, habramos dirigido a cada uno. Pero se ha realizado Mi sentencia: He de llenar la gehena de genios y de hombres, de todos ellos!
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Gustad, pues, por haber olvidado que os llegara este da! Nosotros tambin os hemos olvidado. Gustad el castigo eterno por lo que habis hecho!
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Slo creen en Nuestras aleyas quienes, al ser amonestados con ellas, caen al suelo en adoracin y glorifican a su Seor, sin mostrarse altivos.
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Se alzan del lecho para invocar a su Seor con temor y anhelo y dan limosna de lo que les hemos provedo.
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Nadie sabe la alegra reservada a ellos en retribucin a sus obras.
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Es que el creyente es como el perverso? No son iguales.
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Quienes crean y obren bien tendrn los jardines de la Morada como alojamiento en premio a sus obras.
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Pero los que obren con perversidad tendrn el Fuego como morada. Siempre que quieran salir de l, sern devueltos a l y se les dir:Gustad el castigo del Fuego que desmentais!
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Hemos de darles a gustar del castigo de aqu abajo antes del castigo mayor. Quizs, as, se conviertan.
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Hay alguien que sea ms impo que quien, habindosele recordado los signos de su Seor, se desva luego de ellos? Nos vengaremos de los pecadores.
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Hemos dado a Moiss la Escritura -no dudes, pues, en encontrarle- e hicimos de ella direccin para los Hijos de Israel.
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Elegimos de entre ellos a jefes que les dirigieran siguiendo Nuestra orden como premio por haber perseverado y por haber estado convencidos de Nuestros signos.
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Tu Seor fallar entre ellos el da de la Resurreccin sobre aquello en que discrepaban.
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Es que no les dice nada que hayamos hecho perecer a tantas generaciones precedentes, cuyas viviendas huellan ellos ahora? Ciertamente, hay en ello signos. No oirn, pues?
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Es que no ven cmo conducimos el agua a la tierra pelada y, gracias a ella, sacamos los cereales de que se alimentan sus rebaos y ellos mismos? No vern, pues?
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Y dicen: Para cundo ese fallo, si es verdad lo que decs?
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Di: El da del fallo, la fe ya no aprovechar a los infieles y no les ser dado esperar.
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Aprtate, pues, de ellos y espera! Ellos esperan!