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El afán de lucro os distrae
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hasta la hora de la muerte.
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¡No! ¡Ya veréis...!
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¡No y no! ¡Ya veréis...!
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¡No! Si supierais a ciencia cierta...
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¡Veréis, de seguro, el fuego de la gehena!
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¡Sí, lo veréis con ojos de certeza!
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Luego, ese día, se os preguntará, ciertamente, por la delicia.