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hm.
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La revelacin de la Escritura procede de Al, el Poderoso, el Sabio.
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Hay, en verdad, en los cielos y en la tierra signos para los creyentes.
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En vuestra creacin y en las bestias que l esparce hay signos para gente que est convencida.
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Tambin en la sucesin de la noche y el da, en lo que como sustento Al hace bajar del cielo, vivificando con ello la tierra despus de muerta, y en la variacin de los vientos hay signos para gente que comprende.
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Estas son las aleyas de Al, que te recitamos conforme a la verdad. Y en qu anuncio van a creer si no creen en Al y en Sus signos?
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Ay de todo aqul que sea mentiroso, pecador,
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que, a pesar de or las aleyas de Al que se le recitan, se obstina en su altivez como si no las hubiera odo! Annciale un castigo doloroso!
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Los que, habiendo conocido algo de Nuestros signos, los hayan tomado a burla, tendrn un castigo humillante.
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Les espera la gehena y sus posesiones no les servirn de nada, como tampoco los que tomaron como amigos en lugar de tomar a Al. Tendrn un castigo terrible.
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Esto es una direccin. Los que no crean en los signos de su Seor tendrn el castigo de un suplicio doloroso.
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Al es Quien ha sujetado el mar a vuestro servicio para que las naves lo surquen a una orden Suya para que busquis Su favor. Y quizs, as, seis agradecidos.
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Y ha sujetado a vuestro servicio lo que est en los cielos y en la tierra. Todo procede de l. Ciertamente, hay en ello signos para gente que reflexiona.
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Di a los creyentes que perdonen a quienes no cuentan con los Das de Al, instituidos para retribuir a la gente segn sus mritos.
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Quien obra bien, lo hace en su propio provecho. Y quien obra mal, lo hace en detrimento propio. Luego, seris devueltos a vuestro Seor.
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Dimos a los Hijos de Israel la Escritura, el juicio y el profetismo. Les provemos de cosas buenas y les distinguimos entre todos los pueblos.
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Les dimos pruebas claras respecto a la Orden. Y no discreparon, por rebelda mutua, sino despus de haber recibido la Ciencia. Tu Seor decidir entre ellos el da de la Resurreccin sobre aquello en que discrepaban.
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Luego, te pusimos en una va respecto a la Orden. Sguela, pues, y no sigas las pasiones de quienes no saben.
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No te servirn de nada frente a Al. Los impos son amigos unos de otros, pero Al es el Amigo de los que Le temen.
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Esto es un conjunto de pruebas visibles para los hombres, direccin y misericordia para gente que esta convencida.
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Quienes obran mal creen que les trataremos igual que a quienes creen y obran bien, como si fueran iguales en vida y luego de muertos? Qu mal juzgan!
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Al ha creado con un fin los cielos y la tierra. Y para que cada cual sea retribuido segn sus mritos. Nadie ser tratado injustamente.
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Y qu te parece quien ha divinizado su pasin a quien Al ha extraviado a sabiendas, sellando su odo y su corazn, vendando sus ojos? Quin podr dirigirle luego de Al? Es que no os dejaris amonestar?
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Y dicen: No hay ms vida que sta nuestra de ac. Morimos y vivimos, y nada sino la accin fatal del Tiempo nos hace perecer. Pero no tienen ningn conocimiento de eso, no hacen sino conjeturar.
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Y cuando se les recitan Nuestras aleyas como pruebas claras, lo nico que arguyen es: Haced volver a nuestros padres, si es verdad lo que decs!
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Di: Al os da la vida y, despus, os har morir. Luego, os reunir para el da indubitable de la Resurreccin. Pero la mayora de los hombres no saben.
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El dominio de los cielos y de la tierra pertenece a Al. Cuando ocurra la Hora, ese da, los falsarios estarn perdidos.
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Vers a cada comunidad arrodillada. Cada comunidad ser emplazada ante su Escritura : Hoy seris retribuidos con arreglo a vuestras obras.
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He aqu Nuestra Escritura, que dice la verdad contra vosotros. Apuntbamos lo que hacais.
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A quienes creyeron y obraron bien, su Seor les introducir en Su misericordia. se es el xito manifiesto!
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En cuanto a quienes no creyeron: Es que no se os recitaron Mis aleyas? Pero fuisteis altivos y gente pecadora.
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Cuando se deca: Lo que Al promete es verdad y no hay duda respecto a la Hora, decais: No sabemos qu es eso de la Hora. No podemos sino conjeturar. No estamos convencidos.
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Se les mostrar el mal que cometieron y les cercar aquello de que se burlaban.
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Se dir: Hoy os olvidamos Nosotros, como vosotros olvidasteis que os llegara este da. Tendris el Fuego por morada y no encontraris quien os auxilie.
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Y esto es as porque tomasteis a burla los signos de Al y la vida de ac os engao. Ese da no sern sacados de l ni sern agraciados.
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Alabado sea Al, Seor de los cielos, Seor de la tierra, Seor del universo!
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Suya es la majestad en los cielos y en la tierra! l es el Poderoso, el Sabio.