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Cuando suceda el Acontecimiento,
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nadie podrá negarlo.
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¡Abatirá, exaltará!
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Cuando la tierra sufra una violenta sacudida
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y las montañas sean totalmente desmenuzadas,
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convirtiéndose en fino polvo disperso,
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y seáis divididos en tres grupos...
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Los de la derecha -¿qué son los de la derecha?-
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los de la izquierda -¿qué son los de la izquierda?-
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y los más distinguidos, que son los más distinguidos.
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Éstos son los allegados,
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en los jardines de la Delicia.
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Habrá muchos de los primeros
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y pocos de los últimos.
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En lechos entretejidos de oro y piedras preciosas,
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reclinados en ellos, unos enfrente de otros.
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Circularán entre ellos jóvenes criados de eterna juventud
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con cálices. jarros y una copa de agua viva,
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que no les dará dolor de cabeza ni embriagará,
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con fruta que ellos escogerán,
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con la carne de ave que les apetezca.
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Habrá huríes de grandes ojos,
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semejantes a perlas ocultas,
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como retribución a sus obras.
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No oirán allí vaniloquio ni incitación al pecado,
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sino una palabra: «¡Paz! ¡Paz!»
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Los de la derecha -¿qué son los de la derecha-
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estarán entre azufaifos sin espinas
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y liños de acacias,
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en una extensa sombra,
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cerca de agua corriente
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y abundante fruta,
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inagotable y permitida,
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en lechos elevados.
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Nosotros las hemos formado de manera especial
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y hecho vírgenes,
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afectuosas, de una misma edad,
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para los de la derecha.
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Habrá muchos de los primeros
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y muchos de los últimos.
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Los de la izquierda -¿qué son los de la izquierda?-
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estarán expuestos a un viento abrasador, en agua muy caliente,
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a la sombra de un humo negro,
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ni fresca ni agradable.
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Antes, estuvieron rodeados de lujo,
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sin salir del enorme pecado.
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Decían: «Cuando muramos y seamos tierra y huesos, ¿se nos resucitará acaso?
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¿Y también a nuestros antepasados?»
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Di: «¡En verdad, los primeros y los últimos
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serán reunidos en el momento fijado de un día determinado!»
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Luego, vosotros, extraviados, desmentidores,
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comeréis, sí, de un árbol, del Zaqqum,
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de cuyos frutos llenaréis el vientre.
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Y, además, beberéis agua muy caliente,
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sedientos como camellos que mueren de sed...,
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Ese será su alojamiento el día del Juicio.
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Nosotros os creamos. ¿Por qué, pues, no aceptáis?
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Y ¿qué os parece el semen que eyaculáis?
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¿Lo creáis vosotros o somos Nosotros los creadores?
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Nosotros hemos determinado que muráis y nadie podrá escapársenos,
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para que otros seres semejantes os sucedan y haceros renacer a un estado que no conocéis.
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Ya habéis conocido una primera creación. ¿Por qué, pues, no os dejáis amonestar?
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Y ¿qué os parece vuestra siembra?
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¿La sembráis vosotros o somos Nosotros los sembradores?
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Si quisiéramos, de vuestro campo haríamos paja seca e iríais lamentándoos:
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«Estamos abrumados de deudas.
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más aún, se nos ha despojado».
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Y ¿qué os parece el agua que bebéis?
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¿La hacéis bajar de las nubes vosotros o somos Nosotros Quienes la hacen bajar?
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Si hubiéramos querido, la habríamos hecho salobre. ¿Por qué, pues, no dais las gracias?
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Y ¿qué os parece el fuego que encendéis?
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¿Habéis hecho crecer vosotros el árbol que lo alimenta o somos Nosotros Quienes lo han hecho crecer?
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Nosotros hemos hecho eso como recuerdo y utilidad para los habitantes del desierto.
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¡Glorifica, pues, el nombre de tu Señor, el Grandioso!
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¡Pues no! ¡Juro por el ocaso de las estrellas!
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(Juramento en verdad-si supierais...-solemne).
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¡Es, en verdad, un Corán noble,
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contenido en una Escritura escondida
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que sólo los purificados tocan,
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una revelación que procede del Señor del universo!
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¡Tenéis en poco este discurso
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y hacéis de vuestra desmentida vuestro sustento?
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¿Por qué, pues, cuando se sube a la garganta,
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viéndolo vosotros,
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-y Nosotros estamos más cerca que vosotros de él, pero no percibís-,
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por qué, pues, si no vais a ser juzgados
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y es verdad lo que decís, no la hacéis volver?
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Si figura entre los allegados,
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tendrá reposo, plantas aromáticas y jardín de delicia.
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Si es de los de la derecha:
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«¡Paz a ti, que eres de los de la derecha!»
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Pero, si es de los extraviados desmentidores,
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será alojado en agua muy caliente
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y arderá en fuego de gehena.
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¡Esto es algo, sí, absolutamente cierto!
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¡Glorifica, pues, el nombre de tu Señor, el Grandioso!