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¡Por el cielo con sus constelaciones!
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¡Por el día con que se ha amenazado!
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¡Por el testigo y lo atestiguado!
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¡Malditos sean los hombres del Foso,
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del fuego bien alimentado,
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sentados a él,
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dando testimonio de lo que ellos han hecho a los creyentes,
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resentidos con ellos sólo porque creyeron en Alá, el Poderoso, el Digno de Alabanza,
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a Quien pertenece el dominio de los cielos y de la tierra. Alá es testigo de todo.
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Quienes sometan a los creyentes y a las creyentes a una prueba y no se arrepientan luego, tendrán el castigo de la gehena, el castigo de su fuego.
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Quienes, en cambio, hayan creído y obrado bien tendrán jardines por cuyos bajos fluyen arroyos. ¡Ese es el gran éxito!
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¡Sí, es duro el rigor de tu Señor!
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Él crea y re-crea.
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Él es el Indulgente, el Lleno de Amor,
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el Señor del Trono, el Glorioso,
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Que siempre hace lo que quiere.
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¿Te has enterado de la historia de los ejércitos,
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de Faraón y de los tamudeos?
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Los infieles, no obstante, persisten en desmentir,
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pero Alá les tiene a Su merced.
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¡Sí es un Corán glorioso,
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en una Tabla bien guardada!