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¡Por los que aventan!
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¡Por las que llevan una carga!
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¡Por las que se deslizan ligeras!
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¡Por los que distribuyen una orden!
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¡Ciertamente, aquello con que se os amenaza es verdad!
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Y el Juicio, sí, tendrá lugar.
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¡Por el cielo surcado de órbitas!
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Estáis en desacuerdo.
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Algunos son desviados de él.
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¡Malditos sean los que siempre están conjeturando,
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que están en un abismo, despreocupados,
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que preguntan: «¿Cuándo llegará el día del Juicio?»!
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El día que se les pruebe al fuego:
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«¡Gustad vuestra prueba! Esto es lo que estabais impacientes por conocer».
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Los que temen a Alá estarán entre jardines y fuentes,
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tomando lo que su Señor les dé. Hicieron el bien en el pasado;
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de noche dormían poco;
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al rayar el alba, pedían perdón,
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y parte de sus bienes correspondía de derecho al mendigo y al indigente.
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En la tierra hay signos para los convencidos,
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y en vosotros mismos también. ¿Es que no veis?
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Y en el cielo tenéis vuestro sustento y lo que se os ha prometido.
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¡Por el Señor del cielo y de la tierra, que es tanta verdad como que habláis!
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¿Te has enterado de la historia de los huéspedes honrados de Abraham?
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Cuando entraron en su casa. Dijeron: «¡Paz!». Dijo: «¡Paz! Sois gente desconocida».
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Se fue discretamente a los suyos y trajo un ternero cebado,
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que les ofreció. Dijo: «¿Es que no coméis?»
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Y sintió temor de ellos. Dijeron: «¡No temas!» Y le dieron la buena nueva de un muchacho lleno de ciencia.
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Su mujer, entonces, se puso a gritar. Golpeóse el rostro y dijo: «Pero ¡si soy una vieja estéril!»
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Dijeron: «Así ha dicho tu Señor. Es Él el Sabio, el Omnisciente».
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Dijo: «¿Qué es lo que os trae, ¡enviados!?»
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Dijeron: «Se nos ha enviado a un pueblo pecador
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para enviar contra ellos piedras de barro cocido,
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marcadas junto a tu Señor para los inmoderados».
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Y sacamos a los creyentes que en ella había,
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pero sólo encontramos en ella una casa de gente sometida a Alá.
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Y dejamos en ella un signo para los que temen el castigo doloroso.
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Y en Moisés. Cuando le enviamos a Faraón con una autoridad manifiesta.
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Pero, seguro de su poder, se volvió y dijo: «¡Es un mago o un poseso!»
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Entonces les sorprendimos, a él y a sus tropas, y los arrojamos al mar. Había incurrido en censura.
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Y en los aditas. Cuando enviamos contra ellos el viento desvastador,
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que pulverizaba todo cuanto encontraba a su paso.
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Y en los tamudeos. Cuando se les dijo: «¡Gozad aún por algún tiempo!»
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Pero infringieron la orden de su Señor y les sorprendió el Rayo, viéndolo venir.
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No pudieron tenerse en pie, ni defenderse.
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Y al pueblo de Noé. Fue un pueblo perverso.
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Y el cielo, lo construimos con fuerza. Y, ciertamente, asignamos un vasto espacio.
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Y la tierra, la extendimos. ¡Qué bien que la preparamos!
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Todo lo creamos por parejas. Quizás, así, os dejéis amonestar.
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«¡Refugiaos, pues, en Alá! Soy para vosotros, de Su parte, un monitor que habla claro.
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¡No pongáis a otro dios junto con Alá! Soy para vosotros, de Su parte, un monitor que habla claro».
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Asimismo, no vino a los que fueron antes ningún enviado que no dijeran: «¡Es un mago o un poseso!»
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¿Es que se han legado eso unos a otros? ¡No! ¡Son gente rebelde!
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¡Apártate de ellos y, así, no incurrirás en censura!
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¡Y amonesta, que la amonestación aprovecha a los creyentes!
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No he creado a los genios y a los hombres sino para que Me sirvan.
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No quiero de ellos ningún sustento, no quiero que Me alimenten.
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Alá es el Proveedor de todo, el Fuerte, el Firme.
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Los impíos correrán la misma suerte que corrieron sus semejantes. ¡Que no Me den, pues, prisa!
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¡Ay de los que no creen, por el día con que se les amenaza!