-
ys.
-
¡Por el sabio Corán,
-
que tú eres, ciertamente, uno de los enviados
-
y estás en una vía recta!
-
como Revelación del Poderoso, del Misericordioso,
-
para que adviertas a un pueblo cuyos antepasados no fueron advertidos y que, por eso, no se preocupa.
-
Se ha cumplido la sentencia contra la mayoría: no creen.
-
Les hemos puesto al cuello argollas, hasta la barbilla, de tal modo que no pueden mover la cabeza.
-
Les hemos puesto una barrera por delante y otra por detrás, cubriéndoles de tal modo que no pueden ver.
-
Les da lo mismo que les adviertas o no: no creerán.
-
Pero tú sólo tienes que advertir a quien sigue la Amonestación y tiene miedo del Compasivo en secreto. Anúnciale el perdón y una recompensa generosa.
-
Nosotros resucitamos a los muertos. Inscribimos todo lo que antes hicieron, así como las consecuencias de sus actos. Todo lo tenemos en cuenta en un Libro claro.
-
Propónles una parábola: los habitantes de la ciudad. Cuando vinieron a ella los enviados.
-
Cuando les enviamos a dos y les desmintieron. Reforzamos con un tercero y dijeron: «Se nos ha enviado a vosotros».
-
Dijeron: «No sois sino unos mortales como nosotros. El Compasivo no ha revelado nada. No decís sino mentiras».
-
Dijeron: «Nuestro Señor sabe: en verdad, se nos ha enviado a vosotros,
-
encargados sólo de la transmisión clara».
-
Dijeron: «No presagiamos de vosotros nada bueno. Si no desistís hemos de lapidaros y haceros sufrir un castigo doloroso».
-
Dijeron: «De vosotros depende vuestra suerte. Si os dejarais amonestar... Sí, sois gente inmoderada».
-
Entonces, de los arrabales, vino corriendo un hombre. Dijo: «¡Pueblo! ¡Seguid a los enviados!
-
¡Seguid a quienes no os piden salario y siguen la buena dirección!
-
¿Por qué no voy a servir a Quien me ha credado y a Quien seréis devueltos?
-
¿Voy a tomar, en lugar de tomarle a É, dioses cuya intercesión, si el Compasivo me desea una desgracia, de nada me aprovechará y tales que no podrán salvarme?
-
Si eso hiciera, estaría, sí, evidentemente extraviado.
-
¡Creo en vuestro Señor! ¡Escuchadme!»
-
Se dijo: «¡Entra en el Jardín!» Dijo: «¡Ah! Si mi pueblo supiera
-
que mi Señor me ha perdonado y me ha colocado entre los honrados».
-
Después de él, no hicimos bajar del cielo ninguna legión contra su pueblo. No hicimos bajar.
-
No hubo más que un solo Grito y ¡helos sin vida!
-
¡Pobres siervos! No vino a ellos enviado que no se burlaran de él.
-
¿No ven cuántas generaciones antes de ellos hemos hecho perecer, que ya no volverán a ellos...?
-
¡Y a todos, sin falta, se les hará comparecer ante Nosotros!
-
Tienen un signo en la tierra muerta, que hemos hecho revivir y de la que hemos sacado el grano que les alimenta.
-
Hemos plantado en ella palmerales y viñedos, hemos hecho brotar de ella manantiales,
-
para que coman de sus frutos. No son obra de sus manos. ¿No darán, pues, gracias?
-
¡Gloria al Creador de todas las parejas: las que produce la tierra, las de los mismos hombres y otras que ellos no conocen!
-
Y tienen un signo en la noche, de la que quitamos el día, quedando los hombres a oscuras.
-
Y el sol. Corre a una parada suya por decreto del Poderoso, del Omnisciente.
-
Hemos determinado para la luna fases, hasta que se pone como la palma seca.
-
No le está bien al sol alcanzar a la luna, ni la noche adelanta al día. Cada uno navega en una órbita.
-
Tienen un signo en el hecho de que hayamos llevado a sus descendientes en la nave abarrotada.
-
Y creamos para ellos otras naves semejantes en las que se embarcan.
-
Si quisiéramos, los anegaríamos. Nadie podría ayudarles y no se salvarían,
-
a menos que mediara una misericordia venida de Nosotros y para disfrute por algún tiempo.
-
Y cuando se les dice: «¡Temed el castigo en esta vida y en la otra! Quizás, así, se os tenga piedad»...
-
No viene a ellos ninguno de los signos de su Señor que no se aparten de él.
-
Y cuando se les dice: «¡Dad limosna de lo que Alá os ha proveído!» dicen los infieles a los creyentes: «¿Vamos a dar de comer a quien Alá, si Él quisiera, podría dar de comer? Estáis evidentemente extraviados».
-
Dicen: «¿Cuándo se cumplirá esta amenaza, si es verdad lo que decís?»
-
No esperarán más que un solo Grito, que les sorprenderá en plena disputa,
-
y no podrán hacer testamento, ni volver a los suyos.
-
Se tocará la trompeta y se precipitarán de las sepulturas a su Señor.
-
Dirán: «¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ; ha despertado de nuestro lecho? Esto es aquello con que el Compasivo nos había amenazado. Los enviados decían la verdad».
-
No habrá más que un solo Grito y a todos se les hará comparecer ante Nosotros.
-
Ese día, nadie será tratado injustamente en nada y no se os retribuirá sino conforme a vuestras obras.
-
Ese día, los moradores del Jardín tendrán una ocupación feliz.
-
Ellos y sus esposas estarán a la sombra, reclinados en sofás.
-
Tendrán allí fruta y lo que deseen.
-
Les dirán de parte de un Señor misericordioso: «¡Paz!»
-
En cambio: «¡Pecadores! ¡Apartaos hoy!
-
¿No he concertado una alianza con vosotros, hijos de Adán: que no ibais a servir al Demonio, que es para vosotros un enemigo declarado,
-
sino que ibais a servirme a Mí? Esto es una vía recta.
-
Ha extraviado a muchísimos de vosotros. ¿Es que no comprendíais?
-
ésta es la gehena con que se os había amenazado.
-
¡Arded hoy en ella por no haber creído!»
-
Ese día sellaremos sus bocas, pero sus manos Nos hablarán y sus pies atestiguarán lo que han cometido».
-
Si quisiéramos, les apagaríamos los ojos. Entonces se abalanzarían a la Vía, pero ¿cómo iban a ver?
-
Si quisiéramos, les clavaríamos en su sitio de modo que no pudieran avanzar ni retroceder.
-
A quien prolongamos la vida, le hacemos encorvarse. ¿Es que no comprenden?
-
No le hemos enseñado la poesía, que no le está bien. Esto no es más que una amonestación y un Corán claro,
-
para que advierta a todo vivo y se cumpla la sentencia contra los infieles.
-
¿Es que no ven que, entre las obras de Nuestras manos, hemos creado a su intención rebaños que les pertenecen?
-
Los hemos hecho dóciles a ellos: unos les sirven de montura, otros de alimento.
-
Obtienen provecho de ellos y bebidas. ¿No darán, pues, las gracias?
-
Pero han tomado dioses en lugar de tomar a Alá. Quizás, así, sean auxiliados...
-
No podrán auxiliarles. Al contrario, formarán un ejército al que se hará comparecer contra ellos.
-
¡Que no te entristezca lo que digan! Nosotros sabemos tanto lo que ocultan como lo que manifiestan.
-
¿No ve el hombre que le hemos creado de una gota? Pues ¡ahí le tienes, porfiador declarado!
-
Nos propone una parábola y se olvida de su propia creación. Dice: «¿Quién dará vida a los huesos, estando podridos?»
-
Di: «Les dará vida Quien los creó una vez primera -Él conoce bien toda creación-,
-
Quien os ha hecho fuego de un árbol verde del que, así, encendéis».
-
¿Es que Quien ha creado los cielos y la tierra no será capaz de crear semejantes a ellos? ¡Claro que sí! Él es el Creador de todo, el Omnisciente.
-
Su orden, cuando quiere algo, le dice tan sólo: «¡Se!» Y es.
-
¡Gloria a Quien posee la realeza de todo! Y a Él seréis devueltos.