Un creyente no puede matar a otro creyente, a menos que sea por error. Y quien mate a un creyente por error deber manumitir a un esclavo creyente y pagar el precio de sangre a la familia de la vctima, a menos que ella renuncie al mismo como limosna. Y si la vctima era creyente y perteneca a gente enemiga vuestra, deber manumitir a un esclavo creyente. Pero, si perteneca a gente con la que os une un pacto, el precio de sangre debe pagarse a la familia de la vctima, aparte de la manumisin de un esclavo creyente. Y quien no disponga de medios, ayunar dos meses consecutivos, como expiacin impuesta por Al. Al es omniscente, sabio.