No ves a aqullos a quienes se ha prohibido celebrar concilibulos, que se obstinan en lo prohibido y los celebran, hacindose culpables de pecado, de violacin de la ley y de desobediencia al Enviado? Cuando vienen a ti, te saludan de manera distinta a como Al te saluda y dicen para s: Cmo es que Al no nos castiga por lo que decimos? Les bastar con la gehena, en la que ardern. Qu mal fin...!