Y a los tamudeos su hermano Salih. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a Él. Os ha venido de vuestro Señor una prueba: es la camella de Alá, que será signo para vosotros, ¡Dejadla que pazca en la tierra de Alá y no le hagáis mal! Si no, os alcanzará un castigo doloroso.