Si hubiéramos hecho de ella un Corán no árabe, habrían dicho: «¿Por qué no se han explicado detalladamente sus aleyas? ¿No árabe y árabe?» Di: «Es dirección y curación para quienes creen. Quienes, en cambio, no creen son duros de oído y, ante él, padecen ceguera. Es como si se les llamara desde lejos».