Al no ha puesto dos corazones en el pecho de ningn hombre. Ni ha hecho que las esposas que repudiis por la frmula: Eres para m como la espalda de mi madre! sean vuestras madres. Ni ha hecho que vuestros hijos adoptivos sean vuestros propios hijos. Eso es lo que vuestras bocas dicen. Al, empero, dice la verdad y conduce por el Camino.