Y las mujeres casadas, a menos que sean esclavas vuestras. Mandato de Al! Os estn permitidas todas las otras mujeres, con tal que las busquis con vuestra hacienda, con intencin de casaros, no por fornicar. Retribuid, como cosa debida, a aqullas de quienes habis gozado como esposas. No hay inconveniente en que decidis algo de comn acuerdo despus de cumplir con lo debido. Al es omnisciente, sabio.