Cuando repudiis a vuestras mujeres y stas alcancen su trmino, retenedlas como se debe o dejadlas en libertad como se debe. No las sujetis a la fuerza, en violacin de las leyes de Al! Quien esto hace es injusto consigo mismo. No tomis a burla las aleyas de Al, antes bien recordad la gracia de Al para con vosotros y lo que os ha revelado de la Escritura y de la Sabidura, exhortndoos con ello! Temed a Al y sabed que Al es omnisciente!