La piedad no estriba en que volvis vuestro rostro hacia el Oriente o hacia el Occidente, sino en creer en Al y en el ltimo Da, en los ngeles, en la Escritura y en los profetas, en dar de la hacienda. por mucho amor que se le tenga, a los parientes, hurfanos, necesitados, viajero, mendigos y esclavos, en hacer la azal y dar el azaque, en cumplir con los compromisos contrados, en ser pacientes en el infortunio, en la afliccin y en tiempo de peligro. sos son los hombres sinceros, sos los temerosos de Al!