En la creacin de los cielos y de la tierra, en la sucesin de la noche y el da, en las naves que surcan el mar con lo que aprovecha a los hombres, en el agua que Al hace bajar del cielo, vivificando con ella la tierra despus de muerta, diseminando por ella toda clase de bestias, en la variacin de los vientos, en las nubes, sujetas entre el cielo y la tierra, hay, ciertamente, signos para gente que razona.