Y cuando un grupo de ellos dijo: «¡Gente de Yatrib! ¡No os quedéis aquí! ¡Regresad!» Parte de ellos pidió autorización al Profeta, diciendo: «¡Nuestras casas están indefensas!» En realidad, no es que sus casa estuvieran indefensas, lo que querían era huir.